Dislocación del tobillo en adultos
La dislocación del tobillo ocurre cuando una fuerza resistente saca de su lugar al hueso del tobillo. Para tratarla, se mueve el hueso a su sitio. Esto se conoce como reducción de la dislocación.
Las dislocaciones del tobillo causan dolor e hinchazón. En ocasiones, el tobillo se ve descolorido. El área se ve deformada. A menudo, las dislocaciones del tobillo están acompañadas de esguinces o fracturas.
Las dislocaciones deben colocarse en su lugar lo antes posible. Cuando el hueso permanece fuera de lugar por mucho tiempo, es posible que los nervios, las articulaciones o los vasos sanguíneos se dañen de forma permanente. Antes de la reducción, se suelen administrar analgésicos por vía intravenosa (IV). En la mayoría de los casos, los huesos se colocan nuevamente en su lugar con facilidad. En algunos casos más graves, es posible que se requiera una cirugía para realinear la articulación y reparar los ligamentos o los huesos rotos.
Una vez que se coloca la articulación en su lugar, los ligamentos y los huesos tardan entre seis y ocho semanas en curarse. Es posible que le indiquen ejercicios de amplitud de movimiento o fisioterapia en las primeras etapas de la recuperación. Esto le ayudará a prevenir la rigidez articular. Luego, es posible que se agreguen ejercicios de fortalecimiento.
Después de una dislocación, es posible que no se recupere toda la amplitud de movimiento de la articulación o que esta no se cure por completo. También corre el riesgo de desarrollar artritis en dicha articulación. Es probable que lo deriven a un ortopédico o a un proveedor de atención médica especialista en huesos para que lo evalúen y lo controlen.
En función de la gravedad de la lesión, se utiliza un elemento estabilizador para mantener el tobillo en su lugar. Así, se limita la movilidad articular para que el tobillo pueda curarse. El proveedor de atención médica decidirá qué elemento le conviene. Puede ser un yeso, un vendaje, una férula o una bota.
También es posible que le den muletas para quitar peso del tobillo lesionado.

Cuidados en el hogar
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Mantenga la pierna levantada para reducir el dolor y la hinchazón. Para dormir, coloque una almohada debajo de la pierna afectada. Cuando se siente, mantenga la pierna elevada por encima del nivel del corazón. Es muy importante que haga eso durante las primeras 48 horas.
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Siga las indicaciones del proveedor de atención médica sobre cuándo puede comenzar a cargar peso sobre la pierna lesionada.
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Coloque una compresa de hielo sobre la zona lesionada por no más de 20 minutos. Haga esto cada 3 o 6 horas durante las primeras 24 a 48 horas. Siga usando la compresa de hielo tres o cuatro veces al día por los próximos dos días. Luego, úsela cuando lo necesite para aliviar el dolor y la hinchazón.
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Para hacer una compresa de hielo, coloque cubos de hielo en una bolsa plástica y ciérrela. Envuelva la bolsa en una toalla o un paño limpio y fino. Nunca aplique hielo ni compresas de hielo directamente sobre la piel. Puede colocar la compresa de hielo directamente sobre el yeso, el vendaje o la férula. A medida que se derrite el hielo, tenga cuidado de que no se moje el yeso, el vendaje o la férula.
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Si tiene puesta una bota, ábrala para aplicar la compresa de hielo, a menos que el proveedor de atención médica le indique lo contrario. Envuelva la compresa de hielo en una toalla o en un paño limpio y fino. Nunca aplique hielo ni compresas de hielo directamente sobre la piel.
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Procure no humedecer el yeso, el vendaje, la férula o la bota. Cuando se bañe, cúbralos con dos bolsas de plástico grandes. Coloque una bolsa por fuera de la otra. Pegue cada bolsa con cinta adhesiva en la parte superior o use bandas elásticas. El agua aún puede filtrarse incluso cuando el pie está cubierto. Por eso, se recomienda mantener el yeso, el vendaje, la férula o la bota fuera del agua. Si la férula de fibra de vidrio o el yeso se humedecen, puede secarlos con un secador de cabello a temperatura fría. También puede usar una aspiradora con manguera para echar aire a través del yeso y secarlo con rapidez.
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Retire las bolsas de plástico y la cinta adhesiva o las bandas elásticas inmediatamente después de bañarse.
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Puede tomar analgésicos de venta libre para controlar el dolor, a menos que le hayan recetado otro analgésico. Los medicamentos antinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno o naproxeno, pueden ser mejores que el paracetamol.
Hable con su proveedor antes de tomar estos medicamentos si tiene una enfermedad crónica del hígado o de los riñones, si alguna vez tuvo úlceras estomacales o hemorragias gastrointestinales (GI) o si toma anticoagulantes.
Visita de seguimiento
Programe una visita de control con su proveedor de atención médica en una semana, o según le hayan indicado.
Si le hicieron radiografías, le informarán los resultados nuevos que puedan afectar su atención médica.
Cuándo buscar atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de las siguientes situaciones:
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El yeso tiene mal olor
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El yeso tiene fisuras o roturas
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El yeso o la férula se humedecen o se ablandan
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La férula o el yeso de fibra de vidrio permanecen húmedos por más de 24 horas
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La férula o el yeso están demasiado apretados o demasiado sueltos
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El pie lesionado está más hinchado o le duele mucho
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Siente cada vez más dolor debajo de la férula o del yeso o siente que cada vez le ajustan más
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Los dedos del pie de la pierna lesionada están fríos, se ven azulados, se sienten entumecidos o tienen cosquilleo
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La lesión no parece estar sanando
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No puede mover los dedos del pie de la pierna lesionada
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La piel se ve azulada, morada o grisácea (descolorida), tiene ampollas o está irritada