Vómitos después de una sedación: Cómo cuidar a su hijo
(Vomiting After Sedation: How to Care for Your Child)
Todos los niños se despiertan de manera diferente después de una sedación. Algunos se sienten con náuseas, adormecidos, confusos, asustados o incluso tristes. Esto ocurre porque el medicamento que se usa para la sedación no ha desaparecido por completo. Algunos niños vomitan después de haber recibido un medicamento sedante. Los vómitos pueden durar unas pocas horas, hasta que el efecto del medicamento desaparece.


Siga las instrucciones del profesional del cuidado de la salud sobre la administración de medicamentos.
Alimentación.
Si su hijo tiene vómitos, siga estas instrucciones:
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Si amamanta a su bebé, puede continuar haciéndolo o puede darle leche materna en un biberón.
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Los bebés alimentados con fórmula, los niños mayores y los adolescentes pueden comenzar con líquidos claros:
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La mejor opción es una solución de rehidratación oral. Se trata de un líquido especial que tiene la cantidad adecuada de agua y electrolitos (sodio y potasio). Puede comprar la solución de rehidratación por boca sin receta en farmacias o supermercados.
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Para los bebés y los niños pequeños: Busque marcas como Pedialyte® y otras. Muchas tiendas también tienen una marca propia. Los bebés NO deben recibir agua corriente.
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En el caso de los niños mayores y adolescentes: También puede darles jugo de manzana, bebidas deportivas y refresco de jengibre sin gas.
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Comience por darle a su hijo aproximadamente ½ onza (15 ml) de líquido claro cada 5 o 10 minutos durante las primeras una o dos horas. Para los bebés y niños pequeños, deles el medicamento con una jeringa, un medidor de medicamentos o una cuchara.
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Si su hijo tolera bien los líquidos, aumente a 1 o 2 onzas (30 a 60 ml) cada 5 a diez minutos.
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Si su hijo vomita, no le dé nada por boca durante 30 a 60 minutos. Después, comience nuevamente con ½ onza de líquidos claros cada 5 a 10 minutos.
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Cuando su hijo pueda beber la cantidad habitual de líquido, comience a darle alimentos lentamente.
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La primera comida de su hijo debe ser ligera y fácil de comer. Pruebe con puré de manzanas, tostadas y cereal seco. Si el niño retiene los alimentos, puede volver a servirle su dieta habitual.
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Si su hijo está somnoliento y con náuseas, evite que recueste la cabeza hacia adelante para mantener abierta la vía respiratoria.


Su hijo:
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tiene fiebre o dolor
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tiene vómitos de color amarillo o verde brillante
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no puede tomar pequeños sorbos sin vomitar
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vomita después de tomar leche materna o líquidos claros
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vomita más de 4 veces en 4 horas
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continúa vomitando después de 4 horas

Su hijo:
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está pálido o cuesta despertarlo
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parece estar deshidratado; los síntomas de deshidratación incluyen tener mareos, somnolencia, la boca seca o pegajosa, los ojos hundidos, llorar con pocas lágrimas o sin lágrimas, u orinar con menos frecuencia (o mojar menos pañales)